RELOJ...



Reloj que restas las horas
de este tiempo en el que vivo,
y te muestras tan sereno
a pesar de tantos gritos,
ya que cantan las cigarras,
los gorriones y los grillos,
dime tú ¿cuándo comienza
este viaje al infinito?
dime tú, desde el silencio
de la torre del castillo
¿dónde están esas cañadas
y en las mismas los caminos?
porque quiero ver las huellas
que plasmaron los bandidos
y esas otras, singulares,
de esforzados peregrinos.

Reloj que aguantas los años
imperturbable a los fríos,
a las lluvias torrenciales
y a calores de delirio;
tú que ves pasar los días
y las noches en tu sitio,
sin apenas sobresaltos
ni dar muestras de cariño,
dime entonces la receta
de esta resta a mis suspiros,
ya que avanzan los segundos
a ese tren que es mi enemigo,
aunque a veces tenga dudas
y no sepa lo que digo
quiero ser y estar consciente
por los siglos de los siglos.

Reloj que vas en el alma
controlando sus trocitos,
dame tú, sin decir nada,
la respuesta que persigo,
dame el canto de las horas
en el llanto del rocío,
y esa brisa imperceptible
en el baile de los lirios,
el susurro de las olas,
el bogar de los marinos,
la sonrisa de la luna
y sus ojos tan bonitos;
aunque olvida mis palabras,
ya que en ellas me despisto,
y prosigue tu descuento
en silencio y a tu ritmo.

"...Reloj que restas las horas
y que estás, aquí, conmigo,
haz que viva este presente
y que apure sus latidos..."

Rafael Sánchez Ortega ©
21/11/17

No hay comentarios: