LA FUERZA DE LA CORRIENTE...


La fuerza de la corriente
es remolino en el agua,
es el susurro del viento
y es el suspiro del alma.

Por eso cuando la escucho
siento una dulce nostalgia,
un crepitar de las velas
que tiernamente se apagan.

Hay una loca alegría
y un revoltijo de faldas,
suenan rabeles lejanos
y hasta una oscura guitarra.

Porque la vida es sincera
y es primavera que estalla,
es el volcán encendido
de las locuras sin fragua.

Pero corrientes arriba
hay otras fuerzas que claman,
mientras se funden las nieves
en riachuelos que emanan.

Sueño con ver a los niños
con sus barquitos de plata,
llenos de sed y aventuras
mientras inventa batallas.

Pero también quiero adultos
junto a las aguas que sacian,
el corazón indomable
de la pasión desbocada.

Quiero sentir los latidos,
quiero leer sus palabras,
quiero que siempre sonrían
labios y bocas que aman.

Porque corrientes abajo
hay amargura y resaca,
y bajamares profundos
que no conducen a nada.

Hay la continua rutina
que se despierta en el alba,
y continúa sin freno
mientras las horas se marchan.

Hombres con hombros vencidos,
niños con caras de lágrimas,
chicas que van suspirando,
seres que viven y callan.

Falta la brisa y nordeste
con ese beso sin pausa,
falta el sonido del río
con su piano y el arpa.

"...La fuerza de la corriente
es remolino en su magia,
es la locura del niño
a quien escribe y le habla..."

Rafael Sánchez Ortega ©
07/06/13

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