SE MORIRÁN LAS FLORES LENTAMENTE...


Se morirán las flores lentamente
y volverá el otoño y la nostalgia,
dejando atrás veranos deslucidos
mezclados con alfombras muy doradas.

Las rosas se marchitan en otoño
igual que las caricias en el alma,
no importa que reclamen los inviernos
recuerdos con su túnica sagrada.

Existe el paraíso de los dioses
compuesto por los sueños y la magia,
un mundo, de verdad, muy diferente,
y pleno de ilusiones y de infancia.

Allí se arremolinan las mareas
en pétalos de sangre apasionada,
no hay olas ni gaviotas ni corrientes,
ni lágrimas saladas en resacas.

Se morirán las flores lentamente
y entonces notaremos su gran falta,
la alegre campanilla de alegría,
el dulce tulipán de seda blanda.

Nosotros seguiremos el destino
ajenos al otoño que se pasa,
tampoco vibraremos con el viento
que llega, que nos besa y nos abraza.

Seremos, sin querer, espectadores
del corto intermediario de una marcha,
el paso del verano hacia el invierno
cambiando los colores de las caras.

Tendremos ese tierno escalofrío
del hombre que se duerme mientras ama,
sumido en el delirio y el deseo
de un tiempo limitado por el alba.

"...Se morirán las flores lentamente
y en ellas morirán las añoranzas,
las bellas mariposas de la vida,
las rosas del jardín que tanto amaba..."

Rafael Sánchez Ortega ©
31/05/13

No hay comentarios: