NO DEJES TU DOLOR EN EPITAFIOS...


No dejes tu dolor en epitafios
ni mezcles tus palabras con mis letras,
no sabes lo que esconden las entrañas
ni sabes de mis lágrimas sinceras.

La vida se compone de fragmentos,
segundos transformados en poemas,
instantes retenidos en el iris
que sienten sin cesar a las estrellas.

Es fácil opinar sobre el pasado,
incluso prejuzgar a la ligera,
por medio de fantasmas y de dudas
que vuelven con recuerdos que nos llegan.

Y es fácil cometer este pecado
rompiendo la armonía más perfecta,
por medio de sospechas infundadas
y celos que hasta nublan la conciencia.

La eterna sinfonía de las almas
se rompe cuando ruge la galerna,
y estrella sus arpegios en los pechos
mojados por mil lágrimas diversas.

Mas es el corazón, el que responde,
quien debe soportar tantas miserias,
los restos de cristales esparcidos
con sueños mancillados en la tierra.

Hay dudas que se curan con el tiempo
y hay otras que en el tiempo son eternas,
la lucha es desigual contra las mismas
y el premio y el castigo está en la espera.

No debes soportar desilusiones
y menos aceptar tanta miseria,
tú sabes la verdad y está contigo
y hay otros que la dudan y la niegan.

Allá cada navío en su derrota,
que surque con la proa las mareas,
tú busca la verdad entre los versos
y en ellos hallarás lo que deseas.

"...No dejes tu dolor en epitafios
y menos en palabras incompletas,
aguanta las fontanas de tus ojos
y siente la caricia de la niebla..."

Rafael Sánchez Ortega ©
24/08/13

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