SI MIRAS EL NAVÍO QUE REGRESA...



Si miras el navío que regresa
y buscas la figura tan soñada,
repara en la cubierta deliciosa
y dime si la ves sobre las aguas;
aguanta tus impulsos, compañera,
empuña nuevamente la guitarra,
y sécate las lágrimas cautivas
que dejan tus pupilas por la cara;
igual te llegarán unas canciones
que dejen melodías y tonadas
de manos de lejanos marineros
que bogan, sin cesar, sobre su barca;
entiende, de la mar, su catecismo
y piensa en esa voz, y en las palabras,
que emiten unos remos invisibles
e impulsan unas manos veneradas.

Si miras el navío que regresa
procura no pensar en cosas vanas,
seguro que en él llegan fantasías
e instantes de leyenda con su magia;
es fácil que una frágil partitura
se escape, sorprendida, rumbo al alba,
en busca del amor y la fortuna
que forman esos nudos de las jarcias;
no temas el saludo de las olas
y menos cuando llega la resaca,
son gotas de la lluvia de los mares,
salitre perfumado de las anclas;
recibe la misiva en la botella
y el verso de la mano tan amada,
que un día lo mandó por los océanos
pensando en tu carita de gitana.

"...Si miras el navío que regresa,
no temas corazón, mantén la calma,
las velas se arriarán, en un instante
y entonces volarás, sin tener alas..."

Rafael Sánchez Ortega ©
26/03/18

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