ME HE QUEDADO SIN PALABRAS ESTA NOCHE...


Me he quedado sin palabras esta noche
en que hubiera deseado relatarte la belleza
que percibo.
No es que brillen las estrellas en la noche,
que sí brillan,
ni que lleguen muchas olas cantarinas a la playa,
que sí llegan.
Es que hubiera deseado describirte la quietud
y hasta el silencio de las calles solitarias
de mi puerto.

Unas luces de farolas iluminan esa calle

y la salpican con el ámbar de colores de la misma.
Una luz imperceptible y añorada que se queda
suspendida de esta escena que contemplo,
unas luces caprichosas y arbitrarias
colocadas sin un orden ni un sentido
en las puertas de bodegas, en los cruces y fachadas
y en la orilla de los muelles alumbrando la ribera.


Pero sigo sin palabras admirando todo esto,
que me llega con la noche,
y no puedo transmitirte lo que siento.
Es un grito de la vida, lo que veo,
una triste melodía que la luz, con su silencio,
me transmite.
Una mezcla de pasión y de lujuria contenida en esa escena,
donde acaso los suspiros se contienen,
donde frenan los latidos el galope de los pechos,
donde solamente el aire, con su brisa, nos abraza
y es el viento solitario del nordeste quien que nos besa,
quien nos dice sin palabras un susurro
que estremece los sentidos,
quien nos habla y a quien digo que te hable y que te bese,
porque yo no puedo hacerlo en esta noche...


Rafael Sánchez Ortega ©
25/05/12

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