FRANCAMENTE, ME SIENTO DESOLADO...

 
Francamente, me siento desolado,
y no sé que me dictan los sentidos,
es tener y matar, al mismo tiempo,
ilusiones tan solo por suspiros.
 
Me parece que sobran las palabras
como llantos que van a los escritos,
y quizás necesite, en esta noche,
una nota templada del rocío.
 
Esa gota que llegue hasta mis labios
y a mi pecho le arranque mil suspiros,
y le diga que no, que no me inquiete
y que mire a los cielos con alivio.
 
Porque existe en el mismo la esperanza
y el mañana será quizás distinto,
cuando pasen las nubes y tormenta
de este día tan triste que he tenido.
 
Necesito que venga a mi pupila
esa luz temblorosa con su brillo,
la que deja llorando las estrellas
y nos manda en un beso al infinito.
 
Es posible que ronden vagabundos
y que duerman al raso peregrinos,
y que canten cigarras en el campo
y el candor solo quede en el olvido.
 
Pero creo que en medio de esta crisis,
cuando lloran las rosas y los lirios,
cuando tiemblan las manos que suplican
la migaja de pan con el cariño,
es el tiempo en que debo rebelarme
y lanzar en mis versos este grito,
¡yo no quiero esta vida y sus secuelas,
ni la quiero tampoco en mis amigos!
 
Sólo quiero que el hombre se comporte
y que busque muy dentro lo que ha sido,
ese ser que jugaba por el parque
en un mundo completo y  muy distinto.
 
No sabía de credos y batallas,
ni de insultos y fieros enemigos,
compartía esos ratos tan sagrados
en el tiempo uniforme de los niños.
 
"...Francamente, me siento desolado,
y quizás ya no sepa lo que digo,
porque creo en un mundo diferente,
donde prime el respeto y el cariño..."
 
Rafael Sánchez Ortega ©
21/02/13

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