DAME TU MANO EN LA NOCHE...


Dame tu mano en la noche,
deja que toque tus dedos,
y que las sombras confundan
todo el recelo que siento.

Porque quisiera escribirte
letra tras letra unos versos,
en un poema sin fecha
y que desnude mi pecho.

Como señal y promesa
pido tu mano y la beso,
miro  tus ojos temblando
y en su mirada me duermo.

Cantan sin más las cigarras
y nos ofrecen sus duetos,
en las canciones que tienen
tiernas de amor y deseo.

Dame tu mano en la noche,
deja que roce tu seno,
para que sienta la blusa
el palpitar de mis dedos.

Es una suave caricia
como de brisa o de viento,
mientras arranca una nota
del corazón que yo quiero.

Porque tu mano en mi mano
nota el candor de algo nuevo,
en ese cruce y descruce
de nuestros dedos inquietos.

Quiero sentir el susurro
donde mi nombre es el centro,
para saber que me amas
y que tu amor es sincero.

Dame tu mano en la noche,
deja que sueñe despierto,
mientras arriba la luna
busca en el mar su reflejo.

Y en esa luna de plata
seguro que buscaremos,
toda la luz y alegría,
para saciar los desvelos.

Para sentir el abrazo,
el beso fiel y tan tierno,
que nuestros labios precisan
y que requieren al tiempo.

Así seremos felices
hasta el final del invierno,
sin ocuparnos de nada,
más que de amar y querernos.

"...Dame mi niña tu mano,
deja que tome tus dedos,
para que en ellos dibuje
todo el amor que yo siento..."

Rafael Sánchez Ortega ©
30/06/12

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