DEBÍ DE SUPONER QUE TU CONCIENCIA...


Debí de suponer que tu conciencia
buscaba la inocencia más que nada,
querías un culpable ante tus ojos
la causa de perder en tu batalla.

Y entonces me acusaste de tus males
no viendo más allá de la distancia,
juzgaste el corto plazo compartido
con dudas, con temores y con faltas.

No quise discutir en tu presencia
y el grito se quebró en mi garganta,
la rabia, tantas veces contenida,
caló su contenido por el alma.

No niego que debí sobreponerme,
decir que no era a mí a quien juzgabas,
lo hacías por librarte de una losa
atada, entre tus manos y pesada.

Más ahora que ha pasado tanto tiempo
no quiero remover entre las llamas,
rescoldos y recuerdos de un pasado
bañados con tristezas y con lágrimas.

Prefiero proseguir como el cobarde
que un día renunció porque te amaba,
y vio como marchabas de su lado
a un mundo de promesas muy lejanas.

Y así yo me quedé con mi septiembre
envuelto entre tinieblas y fantasmas,
sumido con las dudas de mis pasos
un tanto sin sentido y ya sin causa.

Entré sin proponérmelo en otoño,
la época divina y tan dorada,
el tiempo donde el oro se hace vida
y saca escalofríos a las almas.

Un día, en una noche de septiembre,
miraba a las estrellas tan calladas,
miraba sus puntitos luminosos
y oía en mis oídos lo que hablaban.

Hablaban del amor y de los hombres,
del tiempo y las promesas ignoradas,
hablaban de mentiras y de engaños
del daño y el dolor que éstas causaban.

Y hablaban del cariño de los niños,
sincero y tan trivial en su mirada,
los mismos que en las noches, en sus sueños,
miraban a los cielos sin palabras.

No pude contenerme por más tiempo
y el hombre que en mi pecho yo llevaba,
a todo renunció por ser pequeño,
un niño, para siempre, con su alma.

Así te conocí, mi dulce otoño,
llegaste hasta mis sienes plateadas,
haciendo que el Amor fuera de nuevo
la meta y referencia que buscaba.

"...Debí de suponer que tu conciencia
buscaba mil excusas a tu carga,
querías un culpable, y yo lo era,
la pieza de ajedres que te faltaba..."

Rafael Sánchez Ortega ©
17/06/12

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