EN LOS DÍAS SIN FECHA...


En los días sin fecha
yo miraba a los cielos,
y buscaba tu nombre
a lo lejos, muy lejos.
Lo buscaba en las nubes,
en los grises y negros,
en las sedas flotantes
con su paso ligero.

En los días oscuros
precisaba tus besos,
tu mirada sincera
y el suspiro y aliento,
aquel suave susurro
de la brisa y el viento
que llegaban despacio
con su abrazo sincero.

En los días sin fecha,
de hace ya mucho tiempo,
madrugaba temprano
para ir al colegio,
con mis libros a cuestas
y también los cuadernos,
y una dulce esperanza
de aprender algo nuevo.

En un día de Julio
yo te dije "te quiero",
al sentir tus latidos
con mi mano en tu cuerpo;
tú tomaste mi mano,
la llevaste a tu seno
susurrando mi nombre
en tus labios inquietos.

En los días sin fecha
se amontonan recuerdos,
con figuras y nombres
que dejaron un sello,
su mirada tranquila,
sus poemas y versos,
y la luz de las almas
como eternos luceros.

De los días que juntos
detuvimos el tiempo,
hoy ya no queda nada
porque somos viajeros,
peregrinos andantes
con zurrón polvoriento,
persiguiendo unas huellas
por agrestes senderos.

En los días sin fecha
de aquel tiempo ya eterno,
aprendimos a amarnos
conteniendo deseos,
y también las pasiones
se quedaron en ecos,
en abrazos furtivos
y en caricias y besos.

De los días sin fecha
ya no sé lo que pienso,
pues pasaron de prisa,
casi casi, corriendo.

Rafael Sánchez Ortega ©
16/06/12

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